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Álvaro Valverde nace en Plasencia (Extremadura) en 1959. Sobre sus
espaldas, el trabajo de literaturizar la región extremeña, cuando yerma
de ello estaba. Hijo de los tiempos de Ángel Campos Pámpano (con el que
fundaría la revista hispanolusa en dos lenguas Espacio/Espaço escrito),
Fernando Tomás Pérez o Miguel Ángel Lama, Valverde fue presidente de la
Asociación de Escritores Extremeños, coordinó el Plan de Fomento de la
Lectura en Extremadura entre 2002 y 2005 y dirigió la Editora Regional
de Extremadura entre los años 2005 y 2008. Ha influido decididamente en
las nuevas hornadas de poetas que le han seguido (contaba Jordi Doce,
quien preparó su antología Un centro fugitivo para Ediciones La
Isla de Siltolá, que rápidamente, apenas fue premiado por primera vez,
le escribió para recibir su veredicto). Merecedor del IV Premio
Fundación Loewe por Una oculta razón en 1991 (cuando era
presidente del jurado Octavio Paz, al que Valverde, en entrevistas, ha
calificado como una de sus más lúcidas influencias), su obra se expande
por la gran mayoría de editoriales españolas de poesía: Visor, Hiperión,
o las propias de la región extremeña, como De la luna libros y la
Editora Regional, siendo, sin embargo, Tusquets Editores en la que con
mayor asiduidad ha recalado. Ensayando círculos, Mecánica terrestre, Desde fuera y Más allá, Tánger
han aparecido en la colección Nuevos Textos Sagrados de la editorial
barcelonesa. Aunque se reafirme en su exclusiva labor poética, Valverde
es autor de dos novelas, una de ellas, Alguien que no existe, aparecida en Seix Barral, y un par de libros de artículos. Como crítico literario y articulista ha visitado diarios, como ABC, Hoy o El Periódico de Extremadura y numerosas revistas (ahora, Turia, Cuadernos Hispanoamericanos y Clarín).
Como lector (un lector generoso), regenta un blog personal donde, a
diario, explica, fundamentalmente, todo lo nuevo que se hace y hay que
tener en cuenta de la poesía escrita en castellano.