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Junto a Floriano, encontramos como patarrealistas destacados los nombres de Diego Álvarez Miguel (Oviedo, 1990), que con su Hidratante Olivia mereció el XXX Premio Hiperión en 2015; Xaime Martínez (Oviedo, 1993), quien también ha publicado en Hiperión su Fuego cruzado, a la sazón premio Antonio Carvajal en 2014; o el de Rodrigo Olay (Noreña, 1989), autor entre otros del poemario La víspera,
publicado en 2014 en La Isla de Siltolá. Porque el caso es que,
patarrealistas o no, Asturias prodiga últimamente jóvenes poetas a
tener, como poco, en cuenta. Desde Pablo Núñez (Langreo, 1980), Sofía
Castañón (Gijón, 1983), Carlos Iglesias Díez (Oviedo, 1983), Laura
Casielles (Pola de Siero, 1986) o Alba González Sanz (Oviedo, 1986) a
las más jóvenes Ruth Llana (Asturias, 1990), Sara Torres (Gijón, 1991) y
Raquel Fernández Menéndez (Salas, 1993), entre otras voces. Todas ellas
catalizadas por la excelente revista Anáfora, que suma ya cinco números
desde mayo de 2014.
Es pues en este contexto digamos extraliterario en el que se inserta,
como punto de partida, la iniciada trayectoria poética del autor de Quizás el fervor. Ha publicado también Floriano los poemarios Diablos y virtudes (Málaga, Seleer, 2013), Tratado de identidad (Barcelona, Ediciones Oblicuas, 2015) y la plaquette Solícito adiós (poemas acuciados)
(Gijón, Heracles y nosotros, 2015). No escamotea tampoco un torrente de
poemas por editar, junto a reseñas y comentarios diversos, en su Lujuria crítica, blog personal de elocuente título.