17 de mayo de 2016

De Homero a Javier Krahe. Pervivencia y reutilización de los mitos en la cultura popular

Por Jorge Carrillo Santos

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Son por todos conocidos los casos de poemas que se han convertido en canción gracias a las habilidades para la adaptación de algún músico, composiciones instrumentales que surgen de la intención de poner banda sonora a una obra literaria y motivos literarios que sirven para dar entrada o para cerrar una canción. Pero hablando de Javier Krahe podemos encontrar un sector muy amplio de su producción musical que toma textos literarios reformulándolos en lugar de musicalizarlos directamente. 
Si bien se declara seguidor de la poesía del Siglo de Oro español (obviando la importancia de la cultura grecolatina en la producción literaria de este periodo), en sus canciones no faltan influencias de otros periodos: desde obras de tradición clásica hasta la época contemporánea. Lo verdaderamente importante no es el uso de fuentes literarias para la construcción de sus canciones, sino que, más allá del motivo que más le convenga, basa su producción en transgredir esa barrera cronológica que articula nuestro modelo de estudio literario para conseguir actualizar los textos, lograr que pervivan dándoles un nuevo lenguaje. El tema principal y la métrica escogida se conjugan para participar de esa intención de revivir a los textos y de lograr que éstos pervivan a pesar del paso del tiempo.
Forma y fondo, siguiendo el irónico juego propuesto por Javier Krahe, se aúnan para lograr la pervivencia de una tradición muy actualizada (Martínez Cantón, 2013). Podemos verlo en su canción "Asco de siglo", del disco Cábalas y cicatrices (2002), en la que Krahe retoma un modelo de composición como es la elegía para ironizar (muy en su línea) sobre la pérdida de alguien apreciado: en este caso, el siglo XX. Alterna los elogios a los avances científicos y grandes personalidades al mismo tiempo que comienza su canción cargando contra ese siglo que, según parece, no le gusta nada. Tratándose de una elegía y contando con el genio creativo de Javier Krahe, ¿qué mejor modelo sobre el que construir su texto que una de las obras principales de la literatura española como son las Coplas a la muerte de su padre, de Manrique? La genialidad reside en que, como nos indica Martínez Cantón (2013), la escritura sigue el esquema propio de la llamada copla manriqueña en las estrofas primera, central y final, de modo que el contenido de la letra, el mensaje de Javier Krahe, no queda huérfano de un molde que no sólo lo sustenta, sino que potencia su efecto sobre el lector que es capaz de descifrar las claves que este cantautor imprime en su trabajo.